¿Dónde fue el dinero de Escobar?
¿Dónde fue el dinero de Escobar?
¿Qué pasó con la fortuna de Pablo Escobar Gaviria, uno de los hombres más ricos de la tierra? Su mujer Victoria, y su hijo, Juan Pablo, estaban llamados a heredarla. Pero Juan Pablo, que ha escrito dos libros sobre la vida con su padre, el narco más famoso del planeta, aseguraba en una reciente entrevista en EL PAÍS que ellos nunca vieron ni un dólar después de la muerte del patriarca, en 1993. Asegura que se lo quedó todo el cartel de Cali a cambio de no matarlos. “Yo fui con mi madre a esas reuniones. Nos exigieron que entregáramos la totalidad de los bienes como parte del botín de guerra. La consigna era simple: si esconden una sola moneda les matamos. Así salvamos nuestra vida. Volvimos a ser nadie”, aseguraba. Pero esa historia ha empezado a ponerse en cuestión en Argentina, donde la familia de Escobar vive de forma discreta desde que huyó de Colombia en plena fuga del patriarca para salvar la vida. Los investigadores argentinos han encontrado un documento que parece un nexo entre los Escobar y el lavado de dinero en Argentina de un conocido narco colombiano, Piedrahita Ceballos. Se trata de una especie de contrato encontrado en la casa del empresario argentino Mateo Covo Dolcet, sospechado de ser la cara visible de los negocios de Piedrahita Ceballos en Argentina. El texto dice que los Escobar recibieron una comisión por su trabajo de intermediación entre Covo Dolcet y el capo colombiano. Juan Pablo Escobar no respondió a la consulta de este diario para conocer su versión.
¿Qué pasó con la fortuna de Pablo Escobar Gaviria, uno de los hombres más ricos de la tierra? Su mujer Victoria, y su hijo, Juan Pablo, estaban llamados a heredarla. Pero Juan Pablo, que ha escrito dos libros sobre la vida con su padre, el narco más famoso del planeta, aseguraba en una reciente entrevista en EL PAÍS que ellos nunca vieron ni un dólar después de la muerte del patriarca, en 1993. Asegura que se lo quedó todo el cartel de Cali a cambio de no matarlos. “Yo fui con mi madre a esas reuniones. Nos exigieron que entregáramos la totalidad de los bienes como parte del botín de guerra. La consigna era simple: si esconden una sola moneda les matamos. Así salvamos nuestra vida. Volvimos a ser nadie”, aseguraba. Pero esa historia ha empezado a ponerse en cuestión en Argentina, donde la familia de Escobar vive de forma discreta desde que huyó de Colombia en plena fuga del patriarca para salvar la vida. Los investigadores argentinos han encontrado un documento que parece un nexo entre los Escobar y el lavado de dinero en Argentina de un conocido narco colombiano, Piedrahita Ceballos. Se trata de una especie de contrato encontrado en la casa del empresario argentino Mateo Covo Dolcet, sospechado de ser la cara visible de los negocios de Piedrahita Ceballos en Argentina. El texto dice que los Escobar recibieron una comisión por su trabajo de intermediación entre Covo Dolcet y el capo colombiano. Juan Pablo Escobar no respondió a la consulta de este diario para conocer su versión.
La familia Escobar vive desde 1994 en Argentina, adonde llegaron ocho meses después del asesinato de Pablo Escobar en Medellín. La viuda y los dos hijos del capo narco acordaron con el gobierno de Colombia un cambio de identidad y con sus nuevos nombres llegaron a Buenos Aires, tras un intento fallido de ingreso a Alemania. En 1999, Henao estuvo presa en Buenos Aires por lavado de dinero, pero la causa fue un escandaloso montaje que terminó con los acusadores detenidos. La familia se sumió luego en el anonimato, hasta que Juan Pablo decidió salir a la luz con la publicación de dos libros sobre la vida de su padre.
Juan Pablo sostuvo en ellos que la familia llegó a Buenos Aires sin un solo peso. También acusa a la familia de su madre de quedarse con los fajos en efectivo que Pablo Escobar guardaba en un sitio secreto para financiar el futuro de sus hijos cuando ya no estuviera. Los Escobar vivieron entonces en Argentina como una típica familia de clase media, sin lujos, lejos de cualquier problema relacionado con el narco. Hasta ahora.
Escobar Gaviria y su hijo Juan Pablo en Washington, en los años 80.Archivo
La ruta del dinero de Piedrahita Ceballos en Buenos Aires llevó hasta el empresario argentino Covo Dolcet y Covo Dolcet llevó a la viuda y el hijo de Escobar. Todo empezó con un allanamiento en el Café los Angelitos, uno de los más tradicionales y antiguos de Buenos Aires, alguna vez refugio de Carlos Gardel y hoy escenario de espectáculos de tango para turistas. El lugar estuvo a punto de desaparecer en el año 2000, cuando Covo Dolcet lo compró y durante siete años lo reformó. Ahora se sospecha que el dinero invertido era de Piedrahita Ceballos. El nexo entre el empresario argentino y el narco colombiano fue, según sospecha la justicia argentina, Juan Pablo Escobar y su madre.
Piedrahita Ceballos está preso en Colombia por lavado de dinero. Solo en Argentina ha invertido más de 15 millones de dólares en la construcción de un barrio privado, un edificio de viviendas y cocheras en el norte de Buenos Aires y el café para turistas. Según consta en el expediente que impulsa la justicia colombiana, estaba relacionado con Don Berna, ex jefe de los laboratorios de Escobar Gaviria. En Argentina creen que de esa relación surge la posibilidad de que los descendientes de Escobar sean los responsables de las inversiones de Piedrahita Ceballos en Argentina. Y que la paga por esos servicios no se limitó a una simple comisión del 4,5% de las inversiones.
En la Unidad de Información Financiera (UIF) sospechan que parte del dinero que el colombiano transfirió a Argentina era en realidad de la familia Escobar, pero camuflado bajo la forma de una paga por mediación. “Escobar Gaviria era la máxima autoridad del cartel de Medellín, con el que Piedrahita Ceballos poseía íntima relación. No puede descartarse entonces que parte del dinero inyectado por Piedrahita Ceballos fuera de propiedad de Santos Caballero y de Marroquín Santos”, dice el texto presentado por la UIF para que la justicia interrogue a los herederos de Escobar. La investigación recién comienza, pero puede ser el fin de la segunda vida que los Escobar han construido en Buenos Aires.
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